En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón».
Comentario del Evangelio
Hoy, de nuevo, escuchamos a Jesús como “maestro divino”. Hoy nos habla del matrimonio. De entrada, confirma que el amor de los padres es para siempre (no existe el “amor a tiempo parcial”). ¡Esto ya lo sabíamos! Pero Jesucristo va más allá: pide un amor delicado (¿existe el “amor grosero”?).
—¿“Amor delicado”? Lengua amable, gesto afable y “mirada ecológica”. Sí, una mirada que no echa cálculos sobre el cuerpo del otro, sino que abraza todo el ser de la persona que estoy viendo. ¡Así es la mirada de Jesús!