Jesús gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!». Y salió el muerto (...). Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar».
Comentario del Evangelio
Hoy asistimos a una señal del cielo incontestable. ¡Lázaro llevaba cuatro días muerto! Pero para Jesús —que es la Vida— su amigo estaba simplemente “dormido”. Dios es Autor de la vida y Jesús —Hijo de Dios— dice: «Voy a despertarle». Algunos escribas y fariseos habían pedido insistentemente una señal del cielo para que Jesús demostrara que procedía de Dios. ¡Ahí la tuvieron! Un milagro espectacular… ¿Creyeron? ¿Se convirtieron? Una semana después llevaban a Cristo a la Cruz.
—La señal definitiva fue la Resurrección gloriosa de Jesucristo: ¡nadie tuvo que desatarle!