Hoy Jesús dice que nos conoce porque Él es para nosotros un “buen pastor”. ¡Somos afortunados! Tenemos un Dios que nos quiere a cada uno por nuestro propio nombre, nos ha dado un ángel de la guarda para protegernos. Dios, nuestro pastor tan bueno, ha entregado su vida para abrirnos las puertas del cielo.
—El cielo es la casa del Padre: ahí sólo se puede estar con amor verdadero. Jesús nos conduce a este camino de amor con su ejemplo y enseñanzas, con el sacrificio de su vida.